Ruta Gaudí por Barcelona

La primera parada de la ruta es Casa Vicens, en el distrito de Gracia. La reconocerás enseguida, ¡no pasa desapercibida! Además, es la primera casa modernista diseñada por Antoni Gaudí en Barcelona tras licenciarse como arquitecto. ¡Qué menos que empezar por aquí! La obra fue encargada por Manuel Vicens i Montaner, que deseaba tener una casa de vacaciones en el barrio de Gracia. El resultado final fue un edificio cubierto de cerámica con influencias árabes, la cual se terminó de construir en 1888.

Continuamos la ruta hacia Paseo de Gracia para llegar a Casa Milà, o más conocida como La Pedrera. Gaudí fue el arquitecto elegido por la familia burguesa Milà para edificar esta vivienda. La casa se construyó entre 1906 y 1910 y cuenta con seis plantas y dos patios interiores. Gaudí reflejó en el diseño un estilo naturalista, por lo que podrás contemplar formas parecidas a las olas del mar, flores o plantas trepadoras. También verás detalles religiosos como cruces y figuras de la Virgen. ¡Toda una obra de arte!

Muy cerca de La Pedrera, en Paseo de Gracia, está Casa Batlló. ¿Adivinas qué familia vivía allí? Exacto, la familia Batlló ;) En 1903 le encargaron a Gaudí una remodelación del edificio. El máximo representante del modernismo catalán se inspiró en las formas de la naturaleza y los animales para diseñar el interior. En cambio, la fachada y el tejado simbolizan las escamas del dragón de la historia de Sant Jordi. Actualmente, es uno de los monumentos de Gaudí más visitados de Barcelona y en 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Cuarta parada de la ruta... Casa Calvet, en la parte derecha de l'Eixample. Este edificio modernista de Gaudí pertenece a su etapa naturalista. Por ello, es una de sus obras más equilibradas y conservadoras, construida entre 1898 y 1900. En la actualidad no se puede visitar su interior ya que pertenece a residencias privadas u otros locales. Puede pasar desapercibida debido a su fachada de ladrillo y balcones de hierro, pero una vez la observas de cerca, descubrirás mil y un detalles. Entre ellos, encontrarás figuras naturales como setas, frutas o tórtolas.

¡Última parada! El Palacio Güell pertenecía al conde Güell, quien quería construir un palacio que conectase con su vivienda. Gaudí se inspiró en un estilo oriental para diseñar el edificio, que se acabó de construir en 1890. Cuando llegues a la fachada del palacio, verás unas puertas de entrada gigantescas, que estaban pensadas para aquellos que iban montados a caballo. Entre sus figuras ornamentales destacan el ave fénix, las serpientes y el escudo de Cataluña. Por cierto, ¡la azotea es preciosa! Gaudí construyó 20 chimeneas parecidas a las de La Pedrera o Casa Batlló, dando así un toque colorido al edificio de ladrillo.