Ruta de Salvador Dalí por Figueres

Empezamos la ruta paseando por la calle en la que nació y vivió Salvador Dalí, un pintor, escultor y escritor catalán del siglo XX considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. Su primera casa, en la que creció y vivió hasta su mayoría de edad, se encuentra ubicada justo en la mitad de esta pequeña calle. De hecho, no te será difícil descubrir cuál era su vivienda, y es que en la casa natal del artista encontraréis una placa que recuerda que ese fue el lugar en el que nació Salvador Dalí Domènech el 11 de mayo de 1904. Además, esta es considerada la calle de los genios, ya que también fue hogar de otros dos genios como Narcís Monturios, ingeniero e inventor, y Carles Fages de Climent, escritor, poeta y periodista español.

La próxima parada es en el Teatro-Museo Dalí, en el que vivirás una magnífica experiencia conectando de una manera más profunda con el artista. Salvador Dalí, en honor a su amada Gala, decoró el exterior del museo con elementos dalinianos, como son los huevos y panes. No puedes perderte esta increíble obra surrealista que recoge desde los primeros hasta los últimos trabajos del artista, ya que este es incluso uno de los museos más visitados de toda España. Y es que cada espacio del museo es una obra de arte, combinada con diversos cuadros, esculturas, decoraciones y murales del artista. Además, ¡también se puede visitar su exposición de joyas! Pero sobre todo no puedes perderte la visita a la cúpula geodésica, sin duda uno de los proyectos más complejos del museo.

Tras la visita, haremos una parada para comer en uno de los restaurantes ubicados frente al museo en la Plaza Gala y Salvador Dalí, el Nou Imperial. Con certeza, uno de los restaurantes mejor ubicados, decorados y ambientados de toda la ciudad. Y es que incluso a la hora de comer estarás rodeado de motivos dalinianos. Especialmente, teniendo en cuenta que el restaurante cuenta con una amplia terraza desde la que podrás comer observando de frente el Museo Dalí y su arte en la calle. Este restaurante es una excelente opción para comer una cocina mediterránea rodeado de arte. Sobre todo, te recomiendo que pruebes sus pizzas y sus patatas bravas. Y, ¡Lo mejor son los postres! Podrás disfrutar de unos helados fabricados artesanalmente por el restaurante.

Al salir del restaurante podrás dedicar un tiempo a contemplar más de cerca el arte situado en las calles de la Plaza Gala y Salvador Dalí, en la que encontraras expuestas varias obras del artista. Como por ejemplo, una escultura metálica y surrealista que simula una figura humana abstracta, situada en las escaleras que llevan a la calle. Además, también es interesante el monumento conmemorativo a Francesc Pujols, un escritor y filósofo catalán que cautivó a Dalí con sus trabajos. Es por eso que Salvador le dedicó este monumento situado delante del Museo Dalí. Es, además, una de la sobras callejeras que llama más la atención por su diseño surrealista, ¡No te la puedes perder!

Finalmente, la última parada sirve para conocer un poco más los origines de Dalí, conociendo su hotel más recurrente en el que acudía en varias ocasiones durante sus viajes, ya que mantenía una amistad duradera con los dueños. De hecho, el restaurante tiene expuestas algunas de las correspondencias que Dalí les daba para que guardaran durante su etapa en Estados Unidos y algunas de las dedicatorias que este les escribió. Por lo que, el hotel, no solo sirve como una zona de descanso, sino que también cuenta con una exposición de arte y una gran gastronomía. Sin duda, uno de los mejores lugares para comer, debido a su cocina que mezcla la tradición y la modernidad con productos de calidad.